Todos enfrentamos desafíos, retos, obstáculos, situaciones incomodas, tareas y actividades a diario, la manera como los asumimos determinará el aprendizaje y afectará de manera positiva o negativa los resultados.
La disposición de nuestra mente, cuerpo y espíritu es fundamental al momento de adquirir o compartir aprendizajes, una actitud positiva abre la puerta al aprendizaje, mientras una actitud negativa la cierra.
Los estados de ánimo fluctúan en el día, pero es posible conservar conscientemente una disposición positiva si tenemos claros nuestros objetivos, el aprendizaje a obtener y la importancia de la tarea a realizar para el futuro que deseamos construir.
Esa disposición positiva también es motivo de diferenciación, debido a que la mayoría de personas no la práctica, por lo que ascensos, vacantes laborales, ventas, becas, negocios y relaciones, entre otros, se definen en gran medida por temas de actitud.
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