Ser subestimado por personas cercanas, la pareja, los jefes y la sociedad, debe ser un motivo más para alcanzar tus sueños no para desanimarte.
Aunque las palabras, las actitudes displicentes y la indiferencia duelan, nada de eso debe limitar lo que puedes alcanzar.
Cuántas personas dejaron sus sueños a un lado del camino por los comentarios negativos que recibieron y la falta de apoyo, dejando de creer en sí mismos porque otros no creyeron en ellos, renunciando sin haber intentado lo suficiente.
Los golpes que recibas sin importar de dónde provengan conviértelos en un estímulo, nunca en una razón para desistir.
Ningún camino es fácil, pero sin duda, ninguno es más difícil que caminar por el que no deseamos.
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