Recordar que todo tiene un final debe animarnos a disfrutar con amor la vida.
Cohibirnos de entregarlo todo por temor a perder es uno de los miedos que más limitan a las personas, debido a que es más práctico llevar una vida en el promedio que destacarse desarrollando su potencial.
Y cuando hablamos de desarrollo, no hablamos únicamente de su desempeño académico, profesional o laboral, incluimos también su capacidad de amar, debido a que ella nos permite involucrarnos y comprometernos con la vida y nuestro entorno.
Todos tenemos amor para dar y recibir, y es un sentimiento que estar presente en cada acto, actitud, palabra y pensamiento, porque es el amor el sentimiento que nos permite vivir a plenitud y disfrutar de todo lo que hacemos, aprendemos y compartimos.
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